
Nunca, nunca en mi vida había pronunciado, pensado, saboreado, soñado tantas veces la palabra Chile. Ni la había asimilado a un estado, a una forma de comprensión. Ni había palpado el continente, la luz, las selvas, mares y ríos, el agua que va y viene entre ambos. Eso y más, aquí espera Chile.
Sí, suena bien...
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