Más evidente que nunca. Contorsiones de la voz y antojos vocales.
martes, 19 de enero de 2010
Llueva
Siguen pasando cosas. Como si pudieran si quiera ser nombradas. La belleza a la que comienzo a habituarme es violenta y abruma por todos los rincones, por todos los ritmos, provocando quiebres, tersuras, ahogos. No alcanzo a contemplarla. La llevo dentro mío, me conmueve. Me llena de cerros, de ríos, de torres cayendo sin estrépito por un magma contínuo, por la voz, por la lengua que ahora hablo.
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..."torres cayendo sin estrépito por un magma contínuo"...
ResponderEliminarEs una imagen muy bella -una violencia sin ruido, lo cual es casi contradictorio, o aterrador!-. Me alegro que acabara el silencio, aunque fuera sólo por el sonido de las gotas de la lluvia...
Y una curiosiad : ¿La alternancia en las imágenes de los post (flor-mujer) es premeditada? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que el efecto me gusta.
Saludos,
Rubén
No, no es premeditada... es según el estado de ánimo.
ResponderEliminarNo lo había notado, saludos!
:)
Aw! No conocía este blog,
ResponderEliminarme alegra encontrarlo.
te estaré ciberleyendo.
Un abrazo.
g.-
Gabriel!
ResponderEliminarqué bueno saber de ti, beso.